De 1992 a 2005, el fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio frecuentó distintos pueblos cercanos al Popocatépetl y al Iztaccíhuatl. Para el autor, este libro, realizado en coedición con RM es una especie de génesis hecho de pedacería fotográfica, «memoria encontrada de nuestros antepasados, ‘los antiguos’, cuando eran montañas, días primigenios de la volcana y el hombre volcán». Este libro, un ensamblaje de piezas fotográficas, tuvo una génesis incierta. Un recuerdo contradictorio  de una época de gigantes que habitan nuestra imaginación y de fuerzas geológicas que dan cuerpo y rostro a la Nación. En el centro de México es común encontrar muros pintados, cerámica Ware, calendarios, llaveros, tambores, ceniceros, vasos de pony, y un largo etcétera de objetos decorativos con representaciones de mitos fundacionales.