


Los orígenes de este libro se remontan a un deseo de Rómulo Maccio de hacer una publicación para registrar la obra y la vida de su amigo Iaros (Iaroslav Kozak), compañero en tantos bares de Buenos Aires entre los años sesenta y ochenta. Rómulo admiraba mucho su particular mirada y las fotografías que resultaron de ésta, por eso las conservó durante muchos años hasta que finalmente se las entregó a su hija Tristana. Tras una reunión informal con amigos en La Biela, a fines de 2019, se completó el equipo de trabajo que concretaría por fin el deseo de Rómulo.