





Durante varios años el fotógrafo argentino Pablo Cabado fotografió el interior de lo que fuera el laboratorio de Christofredo Jakob, médico psiquiatra, neurobiólogo y filósofo nacido en alemania, y llegado a la argentina en 1899, quien fuera maestro de destacados científicos argentinos. El texto introductorio es del joven historiador argentino, Diego Castelfranco.