En 2010, el artista Stefan Ruiz se topó con este tesoro oculto de fotografías de crímenes mexicanos en un puesto en el mercado de segunda mano en expansión de la Ciudad de México, La Lagunilla. Durante los siguientes seis meses se encontró con el vendedor en repetidas ocasiones, cada vez comprando más y más de la colección. Comenzó entonces, la misión de explorar estas fotografías y dibujos desgastados por el tiempo, ejemplos únicos y surrealistas de fotografía de retrato. Aquí las imágenes se publican bellamente por primera vez.