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"No vine a Brasil a tomar fotografías sino a mostrarlas: Silvana Mangano con su piel, Beckett en la playa, Marcello Mastroianni bailando, mi colección de transeúntes con nuestra propia mirada, gemelos, gemelos con andares a veces ciegos, y estas grandes fotografías donde con las dos manos pinto las emociones del día. Ahora -como va la conjunción a este país de un sol tan cerca que uno lo toca con el dedo como se le hace cosquillas a la barbilla de un dios bronceado- encontré allí la belleza en su forma más pura". François-Marie Banier