Heffer, Obder
Fotógrafo canadiense (1850-1945) radicado en Chile, y uno de los más destacados de finales del siglo XIX y principios del XX. Se trasladó inicialmente desde su país de origen a Nueva York en 1879, donde aprendió el arte fotográfico en un estudio de Broadway. Contratado por el estudio de Félix Leblanc, llegó a Chile en 1887. Después de varios años de colaboración en las sucursales de Santiago y de Valparaíso –conocida como Cruz de Reyes–, compró el estudio de Leblanc en 1899. A los pocos meses vendió el estudio de Valparaíso a Jorge Valck, para dedicarse a su trabajo en la capital. Allí abrió varios estudios en la calle Huérfanos, unos dedicados a los retratos artísticos y otros a la venta de artículos fotográficos, antes de trasladarse a la calle Estado en 1912. El estudio se encontraba todavía en esta calle en el momento de su muerte, aunque se encontraba más enfocado en la venta de artículos fotográficos que al retrato de estudio, con la publicación anual de un catálogo general de máquinas fotográficas. Fotógrafo de la elite, ante su lente posaron las principales familias de la capital, pero también políticos, profesionales y artistas cuyos retratos aparecían publicados en revistas de la época como Flores Chilenas, Luz y Sombra, Zig-Zag, Familia, Pacifico Magazine y Mundo Social. En este sentido, es particularmente representativo su trabajo con los álbumes de retratos de los invitados a los bailes de fantasía realizados por la familia Edwards en 1905 y por la familia Concha Cazotte en 1912, dos eventos que marcaron el imaginario de varias generaciones. Desde otra arista, resulta significativo el registro que realizó de los paisajes naturales y urbanos de Chile, a la par por su trabajo con los pueblos originarios. Su vasta colección de fotografías de Chile podía ser admirada y adquirida por el público, presentada en unos álbumes de cuero verde grabado con el nombre del fotógrafo. Esta producción, que contribuyó a forjar una “imagen país” en la antesala del Centenario, fue ampliamente reproducida en las publicaciones de la época, entre las cuales se cuentan Chile en 1908 y Chile en 1910 de Eduardo Poirier, además del Libro internacional sudamericano 1914-1916 de Alberto Márquez. Asimismo, participó activamente en el desarrollo de la fotografía aficionada en Chile, desempeñándose como jurado de concursos (primer certamen de Instantáneas de Luz y Sombra, 1900).