Senderowicz, Boleslaw
Llegó a la Argentina con dos años de edad. Proveniente de una Europa de entreguerras, con pocos recursos al inicio, encontró en la fotografía un oficio para dar sustento a su familia. En su formación autodidacta fue fundamental el intercambio con colegas así como sus futuros viajes de investigación. Su formación en artes visuales, su gusto por la literatura y la música, lo vincularon con diversas personalidades y una heterogeneidad de trabajos. Desde finales de los años 40, sus obras incursionaron en elevadas exigencias técnicas y estéticas. Con los años su estilo fue ganando identidad y prestigio. Logró consolidarse en el medio comercial, a través del nuevo género del retrato de estrellas y personalidades del espectáculo. A mediados de los años 50, Senderowicz comenzó a realizar producciones para diversos medios editoriales, creando un concepto propio de la fotografía de moda. Su innovación principal consistió en trasladar a las modelos a distintas locaciones exteriores, creando disonancias entre las características del entorno y el glamour de los diseños. Durante estos años, Senderowicz formó parte de La Carpeta de los Diez, una agrupación de fotógrafos, en su mayoría provenientes de Europa, que entre 1952 y 1959 se reunía en Buenos Aires con el objetivo de impulsar la experimentación modernista en el interior de un ambiente conservador. Hacia fines de los años 60, en el contexto de consolidación del consumo moderno, el estudio Senderowicz se convirtió en pionero de la fotografía publicitaria argentina y realizó famosas campañas para diversas marcas. En su estudio, Boleslaw instaló el primer laboratorio color que hubo en la ciudad. Era primordial en su trabajo la manipulación de negativos: re-encuadres, retoques y fotomontaje. Senderowicz investigó el desarrollo de la especificidad técnica con un trabajo minucioso y detallista, de matices lumínicos con exquisita sensibilidad.